Investigar las diferentes opciones de cuidados para un ser querido que está en la vejez puede ser abrumador, y puede resultar difícil decidir lo mejor para tu familia. Algunas opciones, como el traslado a un centro de atención residencial, requieren grandes cambios en el estilo de vida.
Si tu ser querido ha llegado a una fase en la que necesita ayuda en su vida diaria, puede que te preguntes qué tipo de asistencia personal es la más adecuada. Se trata de tus seres más queridos, aquellos que amas incondicionalmente, generalmente padres o familiares cercanos. Por eso, la decisión es de vital importancia.
Atención domiciliaria Vs. Atención domiciliaria
El cuidado a domicilio de mayores implica permanecer en un entorno familiar y mantener esas rutinas diarias que podrían no ser posibles en la atención residencial. Muchas familias pueden no tener en cuenta todas las variables que influyen en una u otra decisión.
Mientras que todo el mundo se hace una idea de las ventajas de las residencias de personas mayores, no todos tienen en cuenta otros factores psicológicos implicados en estos cambios de vida para las personas mayores.
Ventajas del cuidado a domicilio de las personas mayores
Hay muchas ventajas de la asistencia domiciliaria. Pero en muchas ocasiones se recurre a la opción de la residencia como la única posible. A continuación una lista de las ventajas más relevantes.
1. Comodidad
Las investigaciones demuestran que las personas mayores se recuperan más rápidamente, con menos complicaciones, en casa que en un hospital. Y especialmente puede resultar beneficioso para personas mayores que sufren demencias y otros síndromes neurodegenerativos que afectan a la memoria.
2. Participación familiar
Los cuidados a domicilio permiten a los familiares estar más envueltos en la vida de la persona mayor, ya que la comunicación, privacidad y accesibilidad es mayor. Esto redunda en beneficios psicológicos para la persona mayor, siempre y cuando tenga ese entorno familiar cercano pendiente de visitarle.
3. Atención más personalizada
Por mucho que las residencias tengan buenos servicios de enfermería personalizados, es difícil superar la naturaleza personalizada. El simple hecho de que la atención domiciliaria sea a un solo individuo supone que ese sea el objetivo principal del cuidador. Por lo tanto, en general las necesidades se satisfacen mucho más rápido y con mayor diligencia.
4. Rentabilidad
Este punto es más matizable, ya que dependerá del número de horas de atención que necesite la persona. Pero en general, los servicios de asistencia a domicilio son una solución más asequible, ya que en una residencia se paga la estancia y manutención, además de los cuidados. Las tarifas de los cuidados a domicilio se cobran por horas, por lo que hay mucha flexibilidad en cuanto al gasto.
5. Tranquilidad
Las personas mayores sufren cierta ansiedad ante un cambio de su entorno hogareño a una residencia. Son pocos los casos en los que la persona mayor vive el cambio sin cierta dosis de estrés, únicamente en casos en los que no se encuentren a gusto en su domicilio, suele ser percibido como un alivio.
6. Independencia
En la misma línea del punto anterior, la percepción de valía e independencia se mantiene en mayor medida si la persona se mantiene en su domicilio, con sus propias reglas y normas. Pueden seguir manteniendo sus horarios personales, elegir sus comidas y socializar con su entorno de siempre.
7. Acompañamiento
El ayudarse de un cuidador a domicilio les permite socializar, mantener una conversación amistosa y una conexión necesaria en cualquier momento de la vida. Esto repercute en el medio plazo en la salud y el bienestar.
8. Posibilidad de tener mascota
Para muchas personas mayores, la posibilidad de vivir en casa significa tener, o mantener, un animal de compañía. Está demostrado que las mascotas ayudan a mejorar la calidad de vida y psicológica de las personas mayores, ya que reduce las enfermedades cardíacas y mejorar el estado de ánimo.
9. Fomenta un estilo de vida saludable
Las cuidadores profesionales a domicilio ofrecen una atención personalizada y adaptada al estilo personal del paciente. Esto repercute en aspectos como la preparación de comidas, los gustos personales de la persona (por ejemplo, pasear a determinadas horas, cocinar en determinados momentos, o jugar a determinadas actividades cuando la persona se encuentre con ganas). Este nivel de individualización, por una mera cuestión organizativa, no sería posible en una residencia.
En definitiva, la mejor opción dependerá mucho de las circunstancias personales de cada caso, pero sin duda es importante tener en consideración las ventajas del cuidado a domicilio de las personas mayores ya que a menudo las pasamos por alto. Solemos dar por sentado que, cuando no podemos hacernos cargo de la persona mayor y necesita atención, la mejor solución es el ingreso en una residencia, pero las consecuencias psicológicas de un cambio tan drástico no son siempre las más adecuadas.
En definitiva, elijas la opción que elijas, intenta consensuar con la persona mayor la mejor opción, y en todo caso considera la opción de contratar a profesionales para el cuidado a domicilio de personas mayores, que muchas veces son la mejor opción.