Qué son los cosmecéuticos y cuáles son sus beneficios

tratamientos corporales

Los cosmecéuticos son productos que tienen efectos tanto cosméticos como terapéuticos (médicos o similares a los de las drogas), y están destinados a tener un efecto beneficioso para la salud y la belleza de la piel.

Al igual que los cosméticos, se aplican tópicamente como cremas o lociones, pero contienen ingredientes activos que tienen un efecto sobre la función de las células de la piel. En algunos casos, su acción se limita a la superficie (como los exfoliantes), mientras que otros pueden penetrar a niveles más profundos, mejorando o limitando las funciones normales de la piel.

Los cosmecéuticos se pueden adquirir sin receta médica y se suelen utilizar como parte de un régimen regular de cuidado de la piel para ayudar a mejorar el tono y la textura de la piel, la pigmentación y las líneas finas. En www.cosmeticos24h.com/cellcosmet tienes una amplia gama de productos que pueden darte una mejor idea de este tipo de productos de alta calidad en el mercado.

Qué son los cosmecéuticos

La palabra cosmecéutico es una combinación de los términos cosmético y farmacéutico. Estos no son medicamentos, aunque sus principios activos tienen incidencia en las funciones biológicas de la dermis, aportando antioxidantes, colágeno y otros productos naturales como aloe vera, té o despigmentadores y protectores solares entre otros.

En definitiva, se trata de la combinación de un conjunto de sustancias naturales muy beneficiosas para la piel y muy poco invasivas, que ayudan a luchar contra el antienvejecimiento, ayudando a mantener la piel saludable. Debido a la cada vez mayor concienciación con los productos naturales y la estética, estos productos están muy de moda, ya que al mismo tiempo son muy efectivos.

Ingredientes principales de los cosmecéuticos

Protectores solares

Es uno de los ingredientes más importantes en los cosmecéuticos porque protegen contra los daños del sol, el fotoenvejecimiento y los cánceres de piel.

Antioxidantes

Factores externos como la radiación ultravioleta (UV), la contaminación y el tabaquismo, y  factores internos como el metabolismo celular normal, pueden generar moléculas llamadas radicales libres que son perjudiciales para la piel. Los antioxidantes «limpian» estos radicales libres, reduciendo así la inflamación y protegiendo la piel contra los daños del sol y los cánceres de piel. Algunos estudios sugieren que las combinaciones de antioxidantes pueden ser más eficaces que las formulaciones de un solo ingrediente:

Ácido alfa-lipoico: Tiene efectos antiinflamatorios y exfoliantes.

  • Vitamina C (ácido L-ascórbico): Estimula la reparación del colágeno y puede mejorar las líneas finas, reducir la inflamación y la pigmentación. Aunque se encuentra en varios productos cosmecéuticos, muchos no son eficaces porque la vitamina C es inestable cuando se expone al aire, al calor o a la luz, está en una concentración demasiado baja o en una forma que no puede ser absorbida o metabolizada por la piel.
  • Nicotinamida (vitamina B3): Un antioxidante que mejora la función de barrera de la piel. Puede reducir las líneas finas, las arrugas y la hiperpigmentación y mejorar la textura de la piel. También puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer de piel.
  • Vitamina E (alfa tocoferol): Otro antioxidante que reduce el daño causado por los rayos UV y el cáncer de piel. También trabaja sinérgicamente con la vitamina C para reducir la descomposición del colágeno.
  • N-Acetil-Glucosamina (NAG): Puede ayudar a desvanecer la pigmentación y prevenir el daño solar (daño fotográfico).
  • Ubiquinona (CoQ10): Un antioxidante natural que reduce la descomposición del colágeno debido a la exposición al sol.
  • Hidroxiácidos: Estos pueden clasificarse, según su estructura molecular, en alfahidroxiácidos (AHA), polihidroxiácidos (PHAs) y betahidroxiácidos (BHAs). Los hidroxiácidos mejoran la textura de la piel y reducen los signos de envejecimiento de la piel al hidratarla y promover la eliminación de las células muertas de la capa externa de la piel (epidermis).
    • Los AHA suelen denominarse «ácidos frutales», ya que muchos de ellos se derivan de fuentes frutales naturales. Los AHA incluyen el ácido glicólico, el ácido láctico, el ácido cítrico, el ácido mandélico, el ácido málico, el ácido tartárico y el ácido lactobiónico.
    • Los PHA incluyen la gluconolactona y el ácido lactobiónico.
    • El principal BHA utilizado es el ácido salicílico, que es particularmente útil en personas con piel grasa o propensa al acné debido a su solubilidad en grasa y su capacidad para penetrar en los poros.
  • Retinoides (vitamina A):  Son formas naturales o sintéticas de vitamina A que pueden revertir parcialmente los cambios de la piel inducidos por la exposición al sol. Los retinoides comunes incluyen la tretinoína o ácido retinoico, el retinol y el retinaldehído. Actúan como antioxidantes, protegiendo a las células de los radicales libres, así como activando genes y proteínas específicas. Se ha demostrado que la tretinoína tópica mejora el aspecto de la piel fotodañada al reducir las líneas finas y las arrugas, la flacidez de la piel (laxitud) y el exceso de pigmentación, así como al mejorar la textura de la piel. La tretinoína puede causar efectos secundarios como ardor, escozor, enrojecimiento y descamación.
  • Agentes aclaradores de la piel: Estos ayudan a inhibir la producción de melanina (el principal pigmento de la piel) para reducir la decoloración y la pigmentación de la piel. Algunos ejemplos son:
    • Hidroquinona. Este ha sido el agente elegido para el aclaramiento de la piel durante muchos años. La preocupación por el oscurecimiento de la piel, la pérdida de pigmentación y la posible carcinogenicidad han hecho que en algunos países se prohíba su uso en productos de venta libre. Sin embargo, estas preocupaciones han surgido principalmente de estudios en animales en los que se han utilizado dosis altas y a largo plazo y probablemente no son pertinentes para la aplicación tópica en los seres humanos.
    • Ácido ascórbico (vitamina C)
    • El ácido kójico
    • Ácido azelaico
    • Extracto de regaliz (glabridina).
  • Botánicos: Estos incluyen extractos de plantas de hojas, raíces, frutas, bayas, tallos, corteza y flores. Los productos botánicos pueden tener propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y/o calmantes de la piel, sin embargo, sus efectos siguen siendo en gran parte no probados o no comprobados. Algunos ejemplos son la soja, la curcumina, la silimarina, el picnogenol, el ginkgo biloba, el extracto de té verde, el extracto de semilla de uva, el aloe vera, la hamamelis, la alantoína y el ácido ferúlico.
  • Péptidos y proteínas: Los péptidos son cadenas cortas de secuencias de aminoácidos que son los bloques de construcción de las proteínas más grandes. Los «mensajeros» celulares formados a partir de los aminoácidos pueden imitar las señales biológicas normales que estimulan la reparación o inhiben los procesos que aceleran el envejecimiento de la piel. Entre los ejemplos se incluye el pentapéptido Pal-KTTKS.
  • Factores de crecimiento: Estas proteínas ayudan a controlar las señales químicas entre y dentro de las células. Son importantes en la curación de las heridas y la reparación del tejido dañado, y pueden ayudar a reparar el daño de la piel por la exposición al sol. Los estudios sugieren que el uso de múltiples factores de crecimiento puede estimular la producción de colágeno y elastina y mejorar el aspecto de la piel fotodañada.

 

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