Cómo constituir una empresa

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Desarrollar un proyecto empresarial puede parecer un proceso largo y tedioso, pero cuando se tienen claros los pasos y hay pasión en el proyecto, el esfuerzo y tesón merecen realmente la pena. Y no solo por la ganancia económica, sino por la satisfacción de crear tu propio negocio. En este post te explico de forma sencilla cómo construir una empresa desde cero.

Desarrollar un proyecto empresarial no es nada fácil. Si lo que quieres y necesitas es ahorrar tiempo y quebraderos de cabeza, muchas veces lo más sencillo es recurrir a consultoras especializadas en la constitución de empresas. Pero si quieres saber a grandes rasgos y de forma sencilla cómo iniciar el proceso, toma nota de estas ideas.

Pasos para montar una empresa

A continuación te presento un plan de 10 pasos para constituir una empresa. Son las ideas básicas que necesitas para estructurar tu plan antes de lanzarte a desarrollar un proyecto empresarial.

1. Define bien tu idea

Si estás pensando en montar un negocio, es probable que ya tengas una idea de lo que quieres vender, o al menos del mercado en el que quieres entrar. Haz una búsqueda rápida de las empresas existentes en el sector que has elegido. Infórmate de lo que hacen los actuales líderes de la marca y averigua cómo puedes hacerlo mejor. Si crees que tu empresa puede ofrecer algo que otras empresas no ofrecen (o entregar lo mismo, sólo que más rápido y más barato), tienes una idea sólida y estás listo para crear un plan de negocio.

Define tu «por qué».

Es bueno saber por qué estás lanzando tu negocio. En este proceso, puede ser prudente diferenciar entre [si] el negocio sirve a un por qué personal o a un por qué del mercado. Cuando tu motivo se centra en satisfacer una necesidad del mercado, el alcance de tu negocio siempre será mayor que el de un negocio diseñado para atender una necesidad personal.

Considera la posibilidad de una franquicia.

Otra opción es abrir una franquicia de una empresa establecida. El concepto, el seguimiento de la marca y el modelo de negocio ya están en marcha; todo lo que necesitas es una buena ubicación y los medios para financiar tu operación.

Piensa en el nombre de su empresa

Independientemente de la opción que elijas, es vital que entiendas el razonamiento que hay detrás de tu idea. Antes de escribir un plan de negocio o un nombre para la empresa, define y concreta el valor de la idea.

Aclara a tus clientes el objetivo

La gente se lanza a desarrollar una empresa sin dedicar tiempo a pensar en quiénes serán sus clientes y por qué querrán comprarles o contratarles. También debes definir cómo vas a proporcionar este valor a tus clientes y cómo comunicar ese valor de forma que estén dispuestos a pagar.

Durante la fase de ideación, hay que limar los detalles principales. Si la idea no es algo que te apasione o si no hay un mercado para tu creación, puede que sea el momento de pensar en otras ideas.

Conclusión clave: Para perfeccionar tu idea de negocio, identifica tu «por qué», tus clientes objetivo y el nombre de tu empresa.

2. Escribe un plan de negocio

Una vez que tengas tu idea, tienes que hacerte unas cuantas preguntas importantes: ¿Cuál es el objetivo de tu negocio? ¿A quién le vas a vender? ¿Cuáles son sus objetivos finales? ¿Cómo va a financiar los costes de puesta en marcha? Estas preguntas pueden responderse en un plan de negocio bien redactado.

Las nuevas empresas cometen muchos errores al precipitarse sin reflexionar sobre estos aspectos del negocio. Hay que encontrar la base de clientes a la que se quiere llegar. ¿Quién va a comprar su producto o servicio? Si no puedes encontrar pruebas de que existe una demanda para tu idea, ¿qué sentido tendría?

Realiza un estudio de mercado.

Llevar a cabo un exhaustivo estudio de mercado sobre tu campo y la demografía de la clientela potencial es una parte importante de la elaboración de un plan de negocio. Esto implica la realización de encuestas, la celebración de grupos de discusión y la investigación de datos públicos y de SEO.

El estudio de mercado ayuda a comprender a tu cliente objetivo -sus necesidades, preferencias y comportamiento-, así como su sector y sus competidores. Recopila información demográfica y realiza un análisis de la competencia para comprender mejor las oportunidades y limitaciones de tu mercado.

Las mejores pequeñas empresas tienen productos o servicios que se diferencian de la competencia. Esto tiene un impacto significativo en tu panorama competitivo y te permite transmitir un valor único a los clientes potenciales.

Considera una estrategia de salida.

También es una buena idea considerar una estrategia de salida al elaborar tu plan de negocio. Un plan de negocio te ayuda a saber hacia dónde va tu empresa, cómo superar las posibles dificultades y qué necesitas para mantenerla.

Lo más importante: Antes de escribir tu plan de negocio, realiza un estudio de mercado y considera tus estrategias de salida.

3. Evalúa tus finanzas.

Poner en marcha cualquier negocio tiene un precio, por lo que debes determinar cómo vas a cubrir esos costes. ¿Cuentas con los medios necesarios para financiar la puesta en marcha o tendrás que pedir un préstamo? Si piensas dejar tu trabajo actual para centrarte en tu negocio, ¿tienes dinero guardado para mantenerte hasta que obtengas beneficios? Lo mejor es averiguar a cuánto ascenderán los costes de la puesta en marcha.

Muchas empresas emergentes fracasan porque se quedan sin dinero antes de obtener beneficios. Nunca es mala idea sobrestimar la cantidad de capital inicial que necesitas, ya que puede pasar un tiempo antes de que el negocio empiece a generar ingresos sostenibles.

Realiza un análisis del punto de equilibrio.

Una forma de determinar cuánto dinero necesitas es realizar un análisis de equilibrio. Se trata de un elemento esencial de la planificación financiera que ayuda a los empresarios a determinar cuándo su empresa, producto o servicio será rentable.

La fórmula es sencilla.

Costes fijos / (Precio medio – Costes variables) = Punto de equilibrio
Todo empresario debería utilizar esta fórmula como herramienta porque le informa del rendimiento mínimo que debe alcanzar su empresa para no perder dinero. Además, le ayuda a entender exactamente de dónde proceden sus beneficios, para que pueda establecer objetivos de producción en consecuencia.

Considera tus opciones de financiación.

El capital inicial para tu empresa puede provenir de una variedad de medios. La mejor forma de adquirir financiación depende de varios factores, como la solvencia, la cantidad necesaria y las opciones disponibles.

Préstamos para empresas. Si necesita ayuda financiera, un préstamo comercial a través de un banco es un buen punto de partida, aunque a menudo son difíciles de conseguir. Si no puede obtener un préstamo bancario, puede solicitar un préstamo para pequeñas empresas a través de la Administración o de un prestamista alternativo.

Subvenciones para empresas. Las subvenciones para empresas son similares a los préstamos, pero no hay que devolverlos. Suelen ser muy competitivas y vienen acompañadas de estipulaciones que la empresa debe cumplir para ser considerada. Cuando intentes conseguir una subvención para una pequeña empresa, busca las que sean específicas para tu situación.

Inversores. Las empresas de nueva creación que necesiten una financiación importante por adelantado pueden recurrir a un inversor.

Financiación colectiva. También puedes lanzar una campaña de crowdfunding para recaudar pequeñas cantidades de dinero de varios patrocinadores. El crowdfunding ha ayudado a numerosas empresas en los últimos años, y hay docenas de plataformas de crowdfunding fiables diseñadas para diferentes tipos de negocios.

Lo más importante: Desde el punto de vista financiero, querrás realizar un análisis del punto de equilibrio, considerar tus gastos y opciones de financiación y elegir el banco adecuado.

4. Determina la estructura legal de tu empresa.

Antes de registrar tu empresa, tienes que decidir qué tipo de entidad es. La estructura legal afecta a todo, desde la forma de presentar los impuestos hasta su responsabilidad personal si algo va mal.

Si vas a constituir una empresa por primera vez y de un tamaño pequeño, lo lógico es que constituyas una sociedad limitada, o incluso que lo hagas como autónomo. Para la constitución de sociedades limitadas existen consultoras que te facilitan toda la información necesaria. En cualquier caso, a continuación te indico los pasos básicos.

5. Registrar tu empresa en España

El primer paso para constituir una sociedad limitada es obtener un certificado para comprobar que el nombre de la empresa que quieres utilizar no está ya ocupado. Esto se llama certificado de coincidencia sin nombre y se puede obtener en el Registro Mercantil (RMC). Puedes hacerlo tú mismo a través del sitio web del RMC. Este paso tarda unos tres días en recibir la respuesta del RMC por correo.

Abrir una cuenta bancaria para empresas en España

Después de haber obtenido un código fiscal y el certificado de coincidencia sin nombre para una empresa limitada, tendrás que abrir una cuenta comercial en un banco y hacer un depósito de 3.000 euros. Este es el capital social mínimo permitido al constituir una sociedad limitada.

La prueba del pago puede obtenerse en forma de un certificado bancario que deberás entregar a un notario o abogado que demuestre el acto de constitución de la empresa. Si no tienes una cuenta bancaria en España, averigua cómo abrir una cuenta bancaria en España.

Escritura de constitución

Ahora tendrás que solicitar la escritura de constitución de tu empresa. Es el documento oficial que recoge los datos clave de la empresa (nombre, dirección, datos de los administradores, miembros del consejo de administración, accionistas, etc.).

Puedes concertar una cita con un notario local para que firme la escritura de constitución. Puedes encontrar el más cercano en tu zona en www.notariado.org. Este paso dura entre uno y tres días, dependiendo del notario.

Debes entregar al notario los documentos originales y las fotocopias de:

El formulario fiscal 036
Tu certificado del Registro Mercantil
Tu NIE
Prueba de que tienes dinero en efectivo en tu cuenta bancaria
Registro de la escritura de constitución
Con el original de la escritura de constitución obtenida del notario, deberás acudir a la Administración Tributaria Local para registrarla. La escritura será sellada para certificar este hecho. Este paso no debería durar más de dos horas. No olvides llevar contigo la documentación original y la fotocopia de la escritura y de tu NIE.

A continuación, tendrás que llevar la escritura sellada al RMC, donde se inscribirá en el Registro de Sociedades Anónimas español. El registro de la escritura y la devolución de los documentos originales deberían tardar unos 15 días.

Por último, tendrás que volver a la Agencia Tributaria para obtener el Número de Identificación Fiscal (CIF) permanente tras la finalización del proceso de constitución.

Las empresas recién constituidas deben utilizar el formulario 036 para solicitar el número de identificación fiscal; describir su actividad empresarial y revelar otros detalles de la misma. No olvides llevar el original y la fotocopia de la escritura y del NIE.

Consideraciones fiscales y de seguridad social

Como ya hemos dicho, tu empresa necesitará un número de identificación fiscal. Para obtenerlo, tendrás que rellenar el formulario fiscal 036; se puede hacer por Internet o en papel, entregándolo en tu oficina de Hacienda. Puedes encontrar información sobre el formulario, junto con descargas de formularios y enlaces para rellenarlo online, en la Agencia Tributaria.

6. Administrar tu empresa en España

Las empresas deben llevar un registro de sus cuentas y libros de órdenes, que pueden ser solicitados para su examen por los organismos gubernamentales, como la autoridad fiscal. Las empresas también deben llevar un libro de actas con los detalles de las medidas acordadas en las Juntas Generales de Accionistas (JGA). Las empresas deben tener su libro de cuentas obligatorio certificado y sellado por la oficina local del Registro Mercantil antes de empezar a utilizarlo.

Fiscalidad de las empresas en España

La forma de tributar de tu empresa en España depende del tipo de empresa que dirijas. Los empresarios individuales tributan trimestralmente al tipo normal del impuesto sobre la renta y tienen que rellenar una declaración de la renta al final de cada ejercicio.

Las sociedades colectivas funcionan de forma similar, y cada socio es responsable de pagar su propio impuesto sobre la renta. En el caso de las sociedades limitadas, el proceso es muy diferente. Las sociedades limitadas pagan el impuesto de sociedades en España, que grava los beneficios mundiales.

Las nuevas empresas disponen de exenciones fiscales. Durante los dos primeros años, las sociedades limitadas pagan un 15% de impuestos sobre los primeros 300.000 euros de beneficios, y un 20% de impuestos sobre los beneficios que superen este umbral. Después de este periodo, tributarán al tipo general del 25%.

El IVA para las sociedades limitadas en España

Aunque algunas empresas están exentas de IVA, la gran mayoría debe pagarlo. A diferencia de otros países, no hay un umbral en el que el IVA entre en vigor, sino que se aplica a todos los beneficios. El IVA se aplica generalmente al 21%, aunque las empresas de algunos sectores pueden pagar un nivel inferior, del 4% o del 10%.

Seguridad social de las empresas en España

Las empresas unipersonales y las sociedades colectivas en España tienen que cotizar a la seguridad social con una cuota de unos 265 euros al mes, más una cuota adicional si emplean personal.

Las sociedades limitadas tendrán que darse de alta en la Seguridad Social y cotizar el 29,9% de los salarios de sus empleados. También tendrán la responsabilidad de deducir las cotizaciones a la seguridad social requeridas de los salarios de sus empleados cada mes.

Seguros para empresas en España

El nivel de los seguros empresariales que deberás contratar varía significativamente en función del tamaño de tu empresa, de si empleas personal y de la naturaleza y el valor de los activos que posee la empresa.

Como propietario de una sociedad limitada, tendrás que contratar un seguro de personal para proteger a tus empleados en caso de accidente o enfermedad. Como ocurre con todos los seguros, los niveles de cobertura y los costes varían, por lo que es mejor asesorarse con un corredor experto.

El seguro de responsabilidad civil es vital si diriges un negocio. Te cubrirá frente a cualquier reclamación de terceros por lesiones, accidentes o daños materiales que se produzcan bajo tu responsabilidad, o como resultado de una negligencia de tu empresa.

Por último, también necesitarás un seguro de edificios y contenidos. Esto te protegerá de cualquier daño en tus oficinas o de la pérdida de existencias, además de cubrir el robo de las existencias de tu empresa.

7. Contratar personal al iniciar un negocio en España

El empleo en España está muy regulado, así que tendrás que asegurarte de que cumples las normas antes de ampliar tu equipo. Los empleados en España suelen trabajar 40 horas semanales. Los empleados también tienen derecho a 30 días naturales de vacaciones al año. El salario mínimo en España es actualmente de 13.300 euros brutos anuales.

8. Crea tu propia marca y anúnciate

Antes de empezar a vender tu producto o servicio, tienes que crear tu marca y conseguir un grupo de seguidores.

Sitio web de la empresa.

Muchos clientes acuden a Internet para informarse sobre un negocio, y un sitio web es la prueba digital de que tu pequeña empresa existe. También es una forma estupenda de interactuar con los clientes actuales y potenciales.

Redes sociales.

Utiliza las redes sociales para dar a conocer tu nuevo negocio, tal vez como herramienta de promoción para ofrecer cupones y descuentos a los seguidores una vez que te lances. Las mejores plataformas de redes sociales dependerán de tu público objetivo.

Logotipo. Cree un logotipo que ayude a la gente a identificar fácilmente su marca y sea coherente al utilizarlo en todas sus plataformas. Asegúrate también de mantener estos activos digitales actualizados con contenido relevante e interesante sobre su negocio y su sector.

9. Crea un plan de marketing

Crear un plan de marketing que vaya más allá de tu lanzamiento es esencial para crear una clientela haciendo que se hable continuamente de tu negocio. Este proceso, especialmente al principio, es tan importante como ofrecer un producto o servicio de calidad.

10. Haz crecer tu negocio.

El lanzamiento y las primeras ventas son sólo el principio de tu tarea como empresario. Para obtener beneficios y mantenerte a flote, siempre hay que hacer crecer el negocio. Te va a llevar tiempo y esfuerzo, pero sacarás de tu negocio lo que pongas en él.

Colaborar con marcas más consolidadas de tu sector es una forma estupenda de lograr el crecimiento. Acércate a otras empresas y pídeles alguna promoción a cambio de una muestra de producto o servicio gratuito. Asóciate con una organización benéfica y ofrece parte de tu tiempo o tus productos para dar a conocer tu nombre.

Aunque estos consejos te ayudarán a montar tu empresa, nunca hay un plan perfecto. Hay que asegurarse de prepararse a fondo para iniciar un negocio, pero es casi seguro que las cosas se torcerán en algún momento. Para dirigir un negocio con éxito, hay que adaptarse a las situaciones cambiantes.

Como empresario, tu valor reside en resolver problemas, ya sea que tu producto o servicio resuelva problemas para otras personas o que tú resuelvas problemas dentro de tu organización.

Espero que este post te haya ayudado. No olvides dejar tu comentario! Y ahora, a montar tu empresa! 😉

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